Foto by EJB |
Estoy llegando a casa. Se acerca la noche.
Pronto despertarán las luces en la ciudad de los perdidos
y me veré desnuda, desarmada, sin máscaras.
Libre, por fin, de las calles, de las miradas extrañas,
de las mentiras, de los ruidos,
de los lamentos, de la vulgaridad,
del tedio y de la oscuridad diurna,
podré disfrutar de mi íntimo, apacible y ansiado placer de ser, simplemente,
yo.